Con Inocuidad nos referimos al conjunto de condiciones y medidas que son necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de los alimentos.
Esto asegura que al ser consumidos, no sean un riesgo para la salud para la población.
La experiencia de contaminación de los alimentos nos ha vuelto personas más conscientes de la importancia de la inocuidad en toda la cadena alimentaria.
Esta comprobado que algunos problemas pueden tener su origen en los procesos de producción primarios, desde los procesos de cultivo, cosecha, empaque, almacenamiento y transporte.
La inocuidad es responsabilidad de todos
Para cumplir con la calidad e inocuidad de los productos, se han diseñado controles integrales a lo largo de la cadena productiva.
Bajo la expresión generalizada “Del campo al tenedor”, “De la granja a la mesa” y “Del mar al plato”.
Se generaliza la importancia del control de la inocuidad de los alimentos desde su punto de producción hasta su objetivo final que es el consumidor.
En las cadenas agroalimentarias, se considera una responsabilidad conjunta del Gobierno, la Industria y el Consumidor.
¿Cuales son las responsabilidades?
El primero cumple la función de crear las condiciones ambientales y el marco normativo necesarios para regular las actividades de la industria en el pleno interés de productores y consumidores.
El productor es responsable de aplicar y cumplir las directrices dadas por los organismos gubernamentales y de control.
Además, la aplicación de sistemas de aseguramiento de la calidad que garanticen la inocuidad de los alimentos.
Los transportadores de alimentos tienen la responsabilidad de seguir las directrices que dicte el Gobierno para mantener y preservar las condiciones sanitarias establecidas cuando los alimentos y productos estén en su poder con destino al comercializador o consumidor final.
Los comercializadores cumplen con la importante función de preservar las condiciones de los alimentos durante su almacenamiento y distribución, además de aplicar, para algunos casos, las técnicas necesarias y lineamientos establecidos para la preparación de los mismos.
Los consumidores cuentan con la responsabilidad de velar que la preservación y/o almacenamiento y preparación sean idóneos.
Además, deben denunciar faltas observadas en cualquiera de las etapas de la cadena, pues finalmente todos somos consumidores.
Fuente: misalud.gov.co
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